Recientemete hemos estado en Asturias y Cantabria. No podía venirme de allí sin traerme un queso de Cabrales.
Además también nos trajimos chorizos de Potes, un queso cantabro, anchoas de Santoña, una botellita de crema de orujo y otra de sidra.
El queso de cabrales, para comerlo así tal cual como tapita, aunque resulta fuerte a mi me gusta, pero claro, no se puede comer mucha cantidad. Por eso mismo pensé en hacer esta comida. Es una manera de tomar el queso pero algo más suave.
Ingredientes:
- 1 solomillo de cerdo.
- 1 brick de nata para cocinar (250 ml).
- Un trozo de queso cabrales.
- Sal.
- Pimienta negra molida.
- Aceite de oliva.
Preparación:
Pedimos al carnicero (o lo hacemos nosotros) que nos corte el solomillo en filetes o en medallones, como queráis. En este caso los he cortado yo en filetes, como buenamente he podido.
Salpimentamos la carne y ponemos la plancha o una sartén con aceite (no mucho) a calentar. Marcamos los filetes para que no se escapen los jugos, a fuego fuerte, y luego bajamos el fuego lo dejamos unos minutos para que se termine de hacer por dentro. Debe quedar jugoso pero no crudo.
En un cazo ponemos la nata a calentar y vamos añadiendo el queso en pequeños trozos y lo vamos deshaciendo poco a poco. No pongo cantidades del queso porque añadiremos hasta tener la salsa a nuestro gusto, más fuerte o más sueve.
En principio no le ponemos sal porque el queso ya aporta sal, la probaremos y veremos si es necesaira.
Emplatamos los filetes o medallones y salseamos. Como siempre digo, el resto de la salsa podemos llevarlo a la mesa en una salsera por si alguien quiere repetir.
Nota:
Esta salsa, si no tenéis el queso cabrales, podéis hacerlo con queso roquefort o queso azul.
Nota:
Esta salsa, si no tenéis el queso cabrales, podéis hacerlo con queso roquefort o queso azul.
Que disfrutéis!!
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